Estos 200 años del nacimiento de Juan Pablo Duarte deben servir para que nosotros dominicanos(as), derrotemos el engaño de muchos historiadores del sistema social y político de pintarnos un Patricio como una mansa oveja, que no alza la voz, que vino de otro planeta. Eso es una trampa para que los jóvenes no sigan la lucha libertaria de Duarte. El Patricio combatió a los políticos corruptos; lucho por un País libre de potencias extranjeras, no fue un codicioso que buscaba poder político para obtener riquezas con los bienes del pueblo. Colocó sus intereses personales y familiares por debajo del bien común y en defensa de la Patria Dominicana. Duarte fue valiente, hombre de armas, general, osado. Sus frases patrióticas invitan a la lucha y la acción. Combatió a los traidores y a la gente de doble moral. Saquemos de la fiesta del Bicentenario de Duarte a los patriotas hipócritas Esos mismos. Los que hablan de Duarte; pero son los que han hundido a la República Dominicana en corrupción, narcotrafico, impunidad, hambre y miseria.
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